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LA
PLAZA MAYOR DE MADRID
A
escasos 5 minutos de la Puerta del
Sol, el auténtico centro de Madrid, nos
encontramos con uno de sus lugares emblemáticos, una cita ineludible para el
turista, que podrá disfrutar de la belleza de esta gran plaza mientras repone
fuerzas en cualquiera de sus terrazas:
La Plaza Mayor de Madrid.
Fue
Felipe III quien encargó a Juan de Herrera la realización de la plaza allá
por el 1615 en la que era hasta entonces la Plaza del Arrabal, aunque las obras
no comenzaron hasta 1617 bajo la dirección de Juan Gómez de Mora, y la plaza
acabó por inaugurarse en 1620. En 1853 se produjo su última remodelación, la
que le dio a la Plaza Mayor de Madrid el aspecto actual de plaza cerrada con 8 entradas a lo largo de su
perímetro, y el encargado de llevarla a cabo fue Juan de Villanueva.
A
lo largo de la historia, la Plaza Mayor ha sido testigo de espectáculos,
ejecuciones, mercados, e incluso fue utilizada como plaza de toros. En la
actualidad, la plaza es punto de encuentro para los viajeros, de relax para los
madrileños, y de fiesta, ya que a menudo se celebran conciertos populares en su
interior.
Los
domingos por la mañana se celebra el Mercado Filatélico y Numismático, donde
se mezclan expertos con curiosos, y durante todos los días hay multitud de
pintores trabajando en la calle haciendo retratos o inmortalizando en un lienzo
la bella plaza.
En
definitiva, la Plaza Mayor es una visita obligada para todo aquel que visite Madrid, y es el lugar idóneo para relajarse, descansar y disfrutar del ambiente
madrileño. En diciembre se coloca el tradicional mercadillo navideño, además
del también tradicional Belén de la Plaza Mayor.